jueves, 27 de enero de 2011

el lenguaje como comunicación

Existe una doble posición: la del "relativista" para el que el lenguaje determinaría lo real y la del "absolutista" que simplemente invertiría esta relación. No obstante, podríamos encontrar una tercera vía: aquella que ve en el lenguaje un producto histórico y natural.El lenguaje sería un producto de la actividad humana en el mundo y, por ende, de los hechos de la naturaleza física y humana. Pero, al mismo tiempo, el lenguaje es también productor de significados y de nuevas formas humanas de actividad. Por eso no me muestro dispuesta a refrendar que los hechos de la naturaleza determinen completamente nuestro lenguaje, mientras, por otro lado, me resisto a afirmar que los hechos de la naturaleza sean en su totalidad creaciones de nuestro lenguaje.

Mientras que el lenguaje en tanto que histórico en su consideración nos pondría a salvo de cualquier veleidad absolutista, y en tanto que natural y dado que -con él- los hombres somos lo que somos y estamos hechos como lo estamos nos permitiría escapar al relativismo. Por tanto ello quiere decir que cabe una concepción intralíngüística y convencional del lenguaje pero al mismo tiempo que no es monológica sino dialógica en su concepción de racionalidad. Y entre quienes compartan las premisas de un código moral o de un paradigma científico pues siempre se podrá dialogar. De lo contrario si no podemos hacerlo racionalmente lo único que nos queda es la persuasión psicológica. Cuando decimos a alguien que algo es bueno sólo cabe que intentemos contagiar emocionalmente a nuestro interlocutor de nuestras propias actitudes o persuadirle -mediante un hábil despliegue de nuestra capacidad retórica- para que se comporte como nosotros deseamos que lo haga. Siendo así que lo importante para que exista lenguaje es que haya que decir algo a alguien y que haya comunicación.

A veces el planteamiento va más allá de la comunicación dialógica pues se intenta en último término llegar al fondo de un diálogo interno con uno mismo, y en este caso creo que debemos encontrar una vía de comunicación racional y de actitudes y hechos que podemos comparar por nosotros, por nuestra historia, biografía y por nuestra naturaleza, para no caer tampoco en un relativismo extremo. Estas palabras intento que sirvan para todos y para mí misma e intento bucear como puedo dentro de un variado arco de corrientes filosóficas porque hace años no tuve esa oportunidad de hacerlo, anteriormente cuando yo estudiaba me quedaba retenida dentro de las categorías o de las doctrinas y no sabía salir de ellas o compararlas, eso es lo que intento hacer ahora, con mayor o peor fortuna, para poder verlas desde una perspectiva mayor y con la utilidad que pueden tener hoy día todavía.

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