viernes, 28 de enero de 2011

Se me ha sugerido que hay muchas imágenes del "Así­ habló Zaratustra" en esta idea del hombre-niño. He estado buscando y me he encontrado con algunos textos que son reveladores:

"Pero decidme, hermanos mí­os, ¿qué es capaz de hacer el niño que ni siquiera el león ha podido hacer? ¿Por qué el león rapaz tiene que convertirse todaví­a en niño? Inocencia es el niño, y olvido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí­ misma, un primer movimiento, un santo decir sí­." "En el varón auténtico se esconde un niño: éste quiere jugar. ¡Adelante, mujeres, descubrid el niño en el varón! Sea un juguete la mujer, puro y delicado, semejante a la piedra preciosa, iluminado por las virtudes de un mundo que todaví­a no existe." "Pero sea vuestro honor amar siempre más de lo que sois amadas y no ser nunca las segundas. Tema el varón a la mujer cuando ésta ama: entonces realiza ella todos los sacrificios, y todo lo demás lo considera carente de valor."

Esta idea de Nietzsche está expresada de una forma que yo intento desmitificar aquí­ a través de un intento de buscar un idioma propio o de practicar cierta ternura. Aunque reconozco que tiene un gran sentido y que se encuentra en este gran pensador la idea pionera del descanso del guerrero, del juego y del niño que hay en todo hombre.

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