Nuestra piel es hoja y nervadura de pasiones hermosas que bailan sin cesar, somos danza y danzar en el viento. ¡Ven! Abandona el rencor por lo incomprensible porque la vida se alimenta de la vida y hemos de arder en la pira funeraria sin perecer. Cantos y mitos nos sobrevivirán.
Esto es un poema de Gioconda Belli.
Las mujeres necesitamos que nos escuchen; mientras que los hombres sólo quieren que se les valoren por su posición, por su dinero, por la fuerza, por destacar, y así no nos entendemos.
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