viernes, 28 de enero de 2011

ser celosa

Antiguamente cuando se decía de una mujer que era una perdida, ya sabíamos todos un poco de lo que pecaba. Hoy día es el hombre el que está perdido, veo yo, y está no sólo perdido sino mayormente aburrido de las mujeres. Yo creo que el hombre no se da cuenta cómo son las mujeres, no abre los ojos con las mujeres porque está cegado, en parte, y en parte porque él mismo está acostumbrado a llevar una vida social, a tener amigas, y muchas veces la mujeres somos más celosas de las amigas que con otro tipo de mujeres. Sí porque envidiamos a estas mujeres que son cultas o que van de viaje, y de repente se creen las protagonistas. En conclusión, estas mujeres que son celosas, enseguida si tienen un poco de habilidad social y están en una situación de ascender o en un puesto de trabajo, no dudarán en darles celos a sus parejas y si es posible terminarán vengándose; siempre que desde luego, hoy día si la mujer está mejor preparada que el hombre, pueda hacerlo. Y no dudará con escalar peldaños y utiizar su cuerpo como arma de seducción también.

Realmente si los hombres de hoy día no quieren abrir los ojos para ver cómo son las mujeres, y que nosotras valemos lo que valemos, pues se terminarán dándose golpes. Finalmente hablaremos de la monogamia sucesiva; pero lo que está en crisis no es esto, es la situación misma del prototipo de Fedra, en el teatro griego, creo yo, de la mujer que es celosa, y no puede ocultarlo, y lo peor es cuando además es vengativa; este tipo de mujer sí es peligrosa.

Y no digo que los hombres sean unos santos, antiguamente esto se decía de las esposas. Tampoco es eso. Esto es un fenómeno que es paralelo al desarrollo de la civilización actual. Hay hombres que prefiere seguir llevando una vida artificial, se sienten perdidos pero quieren seguir estándolo; es decir, no son conscientes de sí mismos, están llevando una vida autómata, creo yo. Pero generalmente, la mujer cuando actúa así, actúa por venganza, aunque no tenga motivos reales, porque la mujer es de naturaleza celosa (hay un motivo evolutivo en la mujer para elegir y atraer a la pareja y consolidar su descendencia), pero aunque es celosa, lo es más, creo yo, de las amigas de su pareja, que de otras mujeres, porque hay un celo espiritual, hay un celo en las palabras, en la vida de la cultura y no sé si este es peor o mejor, tal vez se peque de vanidad o de soberbia aquí. Todos tenemos que luchar en nuestra vida por nuestro puesto, y esto es lo milagroso, saber cuál es nuestro " puesto en el cosmos " , no perder el sentido del conocimiento sobre la totalidad, tener un sentido universal de las cosas, de nuestro puesto en ese cosmos universal.

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