jueves, 27 de enero de 2011

todo cambia

Como en Lampedusa, todo tiene que cambiar para que nada cambie, al hombre le gusta tanto transgredir fronteras, no sólo las de las razas, las de las clases, los colores, las banderas y las lenguas, y todo parece que vuelve a nacer con otro empuje cuando todo se mezcla en verdad. Aunque es cierto que también buscamos el orden, buscamos definir las fronteras y tener certeza o algunas seguridades, pero todo se va andando en esta vida. El problema es cuando uno se enfrenta al otro por el sistema o por el poder o por la posición privilegiada, entonces es cuando empieza una lucha social o particular que es perversa si no ajustamos bien las respuestas.

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